viernes, 25 de enero de 2013

Capítulo 9: El reencuentro

CUANDO SE AMA DE VERDAD

CAPÍTULO 9: EL REENCUENTRO

DEPARTAMENTO DE SILVIA

En el salón de la casa, la joven conversa con Jaime, su ex, en compañía de don Eduardo.



Silvia: Espero que esta vez hagas las cosas bien… Más te vale.

Jaime: Confía en mí, Silvia, por favor. Te prometo que estoy arrepentido de mi error.

Eduardo: Mira Jaime, vamos a ser claros, como padre de Diego que eres tienes unos derechos pero también unas obligaciones. El abogado fue bien claro cuando habló contigo.

Jaime: Lo sé, y voy a tratar de hacer lo posible para hacerme cargo de mi hijo en todo lo que necesite.

Silvia: Pero una cosa te digo Jaime… no insistas en querer volver conmigo. Lo nuestro fue y terminó. Espero no tener que volver a repetirlo. ¿Te queda claro?

Jaime: ¿Acaso estás con alguien más?

Eduardo: Y si lo estuviera no es asunto tuyo, Jaime. No quiero ser grosero pero es que…

Silvia: A ver… hay alguien, sí, pero es un buen amigo nada más. El tiempo dirá, por eso te digo que no insistas porque yo ya pasé página. Tú deberías hacer lo mismo.

Jaime: Está bien… supongo que no me queda de otra… (Resignado)

Silvia: Si quieres que nos llevemos bien por el niño, por mi perfecto pero como pareja ya no. Lo siento.

Jaime: Bueno pues, el fin de semana que viene ¿Puedo llevarle conmigo a mi casa?

Eduardo: Si cumples con los horarios que te dijimos sí, y ni se te ocurra sacarlo de la ciudad porque te recuerdo que tienes antecedentes ahora.

Silvia: Quiero confiar en ti, eres el padre de mi hijo y él tiene derecho a estar contigo. Pero por favor, haz las cosas como deben ser, con madurez. Que ya tienes 37 años, deberías pensar en sentar la cabeza.

Jaime: Por ahora estoy bien sólo, Silvia. Creo que será mejor estar así. No quiero enamorarme de nuevo.

Silvia: Seguro por ahí hay alguna chica para ti, hombre. No seas pesimista. Date tiempo, verás como cuando menos lo esperes un día me dices que has podido rehacer tu vida.

Jaime: Entonces… ¿Amigos? (Sonríe)

Silvia: Amigos… (Seria)

Jaime: Te prometo que no te vas a arrepentir. De verdad.

En ese momento aparece el pequeño Diego en el salón a la carrera.

Diego: ¡Papá! ¡Ya estoy listo! ¿Nos vamos al parque?

Jaime: Claro, tu abuelo también viene con nosotros.

Eduardo: Vamos a jugar al futbol. ¿Qué te parece?

Diego: Super guay, que pena que no esté Andrés aquí, haríamos buen equipo los cuatro juntos.

Jaime: ¿Quién es Andrés?

Silvia: El amigo de quién te hable. Diego ya le conoce.

Jaime: Ahm…

Silvia: Andrés es un buen hombre Jaime, él adora al niño y Diego también a él.

Jaime: Espero poder conocerlo algún día, si tú quieres, claro.

Silvia: Por supuesto. Quiero que le conozcas y es más, en cuanto regrese de Estados Unidos le diré que venga un día a cenar y así se conocen. ¿Te parece?

Jaime: Perfecto… Bueno pues vámonos, que se nos hace tarde.

Diego: ¡A jugar! Dale abuelito, coge el balón. Esta tarde te voy a meter diez goles, ya vas a ver.

Eduardo: Que más quisieras renacuajo jajaja.

Jaime: Jajajaja

Diego: Sí, sí renacuajo. Ya verás ya, jajaja.


MANSIÓN GARMENDIA

En el despacho de doña Irene, la villana conversa con su hija Miranda.



Miranda: Tenemos que hacer algo, mamá. Andrés regresará en un mes de Houston y seguro va a verse de nuevo con esa estúpida de Silvia.

Irene: No te preocupes que tengo un plan para acabar con esa mosquita muerta.

Miranda: ¿Qué piensas hacer? Mira que te temo… miedo me das.

Irene: Tranquila, no la voy a matar, sólo la vamos a dar un susto que se le van a quitar las ganas de andar detrás de hombres ajenos a esa marginal.

Miranda: Quiero que esa desgraciada muerda el polvo. Hay que alejarla de Andrés como sea, como sea mamá. No me importa lo que tengas que hacer para lograrlo pero esa enfermerucha de tres al cuarto no va a quedarse con mi novio.

Irene: Paciencia Miranda, paciencia, todo a su debido tiempo. (Sonríe con malicia)


MANSIÓN SAN MARTÍN

En la cocina, Yesenia y su novio Roberto charlan sobre doña Cecilia. Roberto se toma una cerveza mientras habla con la joven.



Yesenia: En un mes estarán de vuelta a España, ya tengo ganas de ver a mi mamá.

Roberto: Me alegro que todo fuera bien por allá, al final tu hermano tenía razón.

Yesenia: Bueno, al menos hemos conseguido algo, esperemos que todo siga igual que hasta ahora.

Roberto: ¿Por cierto y Carlos? ¿Sabes algo de él?

Yesenia: Nada, hace meses que no le veo, no ha vuelto por casa la verdad. Imagino tiene mucho trabajo en la empresa ahora que Andrés no está.


DÍAS DESPUÉS

CAFETERÍA “LIVERPOOL”

Sentados a una de las mesas, Merche y Jaime charlan mientras se toman sendos cafés con leche. La chica ha citado a Jaime para confesarle su secreto. ¿Se atreverá a decirle la verdad?



Jaime: No esperaba tu invitación, si te soy sincero me tomaste por sorpresa.

Merche: Es que no sabia como hacer para verte, porque lo que te tengo que decir es importante.

Jaime: ¿Qué pasa Merche? ¿Está Silvia bien, mi hijo?

Merche: Ellos están perfectamente, no te preocupes. Es sobre mi… sobre mi y sobre… ti.

Jaime: ¿Sobre mí? No entiendo nada.

Merche: Desde hace tiempo que llevo ocultando algo que no se como te va a sentar. Silvia me dijo que no te dijera nada pero creo que lo mejor es que lo sepas.

Jaime: ¿Saber el qué? Perdona pero no me entero de nada, Merche.

Merche: En estos años que hemos mantenido contacto, cuando estabas a temporadas acá, cuando vivías en Barcelona, pues te he tomado mucho cariño.

Jaime: Yo también a ti, sabes que somos buenos amigos. ¿O no?

Merche: Sí, lo sé pero es que…

Jaime: ¿Qué ocurre Merche? ¿Estás bien?

Merche: Es que no sé como decirte esto. Tengo miedo a tu reacción.

Jaime: ¿Por qué dices eso?

Merche: El caso es que… ay Jaime… (Avergonzada)

Jaime: Dímelo, por favor, me estás asustando.

Merche: Estoy enamorada de ti.

Jaime: ¿Qué? ¿En serio? (Sorprendido)

Merche: Por favor no digas nada, lo siento soy una tonta pero debía confesarte la verdad, ya no puedo más… (Triste) Seguro pensarás que estoy loca…

Jaime: No, claro que no, sólo que no me lo esperaba. Nunca imagine que tú… que yo… Bueno…

Merche: No importa, no te preocupes, sé que no sientes lo mismo por mí pero ya no podía guardar más un sentimiento que no puedo controlar, perdóname por favor.

Jaime: Merche… (Tomándola de las manos)

Merche: Jaime… (Se le saltan las lágrimas)

Jaime: Ojala pudiera corresponder a esos sentimientos tan bonitos que dices tener por mi pero yo sólo te veo como una buena amiga.

Merche: ¿No te gusto verdad?

Jaime: Eres una mujer preciosa, Merche, no es eso. Es que… bueno yo sigo sintiendo cosas por Silvia. Necesito tiempo para aclarar mis sentimientos y saber qué quiero hacer con mi vida.

Merche: ¿Eso quiere decir que tal vez…?

Jaime: No lo sé, dame tiempo, por favor. Lo que no quiero es que dejemos de ser amigos por esto. Tú has sido un gran apoyo en estos años desde que rompí con Silvia.

Merche: Gracias.

Jaime: Pero quiero que sepas que daría lo que fuera por poder corresponderte en este momento.

Ella, emocionada, sonríe dulce, mientras él responde a la sonrisa.


UN MES MÁS TARDE…

MANSIÓN SAN MARTÍN

Andrés y su madre doña Cecilia llegan a la casa, tras haber pasado una larga temporada en Houston. Al entrar en la mansión, en el salón les están esperando Yesenia, Roberto y Carlos.



Yesenia: ¡Sorpresa! (Sonríe)

Cecilia: ¡Hija! ¡Cariño! (Se abrazan emocionadas)

Roberto: ¿Qué tal Andrés, doña Cecilia? ¿Cómo les fue el viaje?

Andrés: Bien Roberto, un poco pesado el vuelo pero bien.

Carlos: Andrés, qué gusto verte de nuevo. ¿Qué tal todo por allá?

Andrés: Bien, mi mamá se encuentra mucho mejor. En tres meses debemos volver para una revisión pero parece ser que el cáncer remitió.

Cecilia: Estoy más contenta, que gusto veros a todos juntos nada más llegar.

Roberto: ¿Les parece si vamos al comedor?

Yesenia: Eso, la comida ya está casi lista. La hice yo. (Sonríe)

Carlos: Seguro habrá que tirarlo y pedir unas pizzas… (Burlándose)

Andrés: O comida china… peor…

Yesenia: Jajaja, que bobos son de verdad, pues aquí donde me ven, menuda chef estoy hecha. ¿Verdad Rober?

Roberto: No mientas si se te quema hasta el agua…

Todos: Jajajajjaja


MANSIÓN GARMENDIA

En el salón, doña Irene y Miranda planean destruir a Silvia, pero Faustina lo escucha todo tras la puerta de la cocina.



Irene: Con esto la vamos a hundir… jajaja. (Enseñándole a Miranda unas fotos)

Miranda: ¿Cómo conseguiste este montaje?

Irene: Una que tiene sus contactos hija, no preguntes, pero el trabajo quedó perfecto. Cualquiera se lo creería.

Miranda: ¿Así que Silvia fue actriz porno, vaya, vaya…?

Irene: Jajajaja, cuando Andrés la vea en estas fotos no va a querer saber más de ella nunca en su vida.

Miranda: Eso espero… ¿Se las vas a enviar a su casa?

Irene: Sí, en un sobre anónimo. Nosotras como si no supiéramos nada. ¿Entendiste?

Miranda: Genial…. Ya quiero ver la cara de esa golfa cuando le llore a Andrés negando su pasado de libertinaje y prostitución… (Sonríe)

Irene: Ay pobrecita… encima de hija bastarda, resultó ser mujer de la vida alegre… (Burlándose)

Miranda: Jajajajjaja. Esa mugrosa me las va a pagar.


DEPARTAMENTO DE SILVIA

Andrés llega a casa de su amiga y toca al timbre, nadie responde… Andrés insiste y espera. Dentro del apartamento, Silvia sale de la ducha con una toalla al cuerpo. La chica se acerca a la puerta.



Silvia: ¿Sí? ¿Quién es?

Andrés: Soy yo, Silvia, Andrés.

Silvia: ¿Andrés? Ay… espera, espera… es que… no te puedo abrir ahora, no estoy visible.

Andrés: ¿Qué a poco estás desnuda? Mentirosa, es que no quieres abrirme… (Burlándose)

Silvia: No, tonto, es que acabo de salir de la ducha y… espera un momento.

La joven corre a su cuarto y se ponen un albornoz, dejando la toalla en la bañera. Silvia se apresura a abrir la puerta de casa.

Andrés: Hola (Sonríe, mirándola de arriba abajo)

Silvia: Ay no me mires así, que no te esperaba… (Avergonzada)

Andrés: ¿Qué no me vas a dar un beso de amigo?

Silvia: Están caros los besos… (Se burla y sonríe dulce) Anda… (Se besan en las mejillas)

Andrés: Bueno vengo a verte y te encuentro ya preparada… vaya, vaya… (Se burla)

Silvia: Jajajaja. Eres imposible, eh. Ya no me digas nada, que me da vergüenza. Podrías haber avisado de que venías.

Andrés: No te preocupes. Todo bien. No si no digo nada, me encanta el recibimiento, jajaja.

Silvia: Jajaja, tonto… (Apenada) Pasa anda, dame un minuto y me cambio ¿Sí? Lo siento.

Andrés: ¿Y Diego? Qué raro que no me haya abierto él si parece tu portero oficial. (Sonríe)

Silvia: Diego está con su padre, Andrés. Jaime y yo nos arreglamos un poco y el niño está pasando el fin de semana con él en su apartamento.

Andrés: ¿En serio? Qué bueno, me alegro que al final las cosas vayan mejorando. Te lo dije y no querías hacerme caso.

Silvia: Lo sé, si tienes razón. Oye, pero no esperaba que llegaras tan pronto de Houston. ¿Qué tal tu mamá?

Andrés: Es que el tratamiento ya terminó. La operaron y la nueva quimio le sentó bien, así que le dieron el alta y llegamos ayer a España. Ha sido muy costoso pero bueno ha merecido la pena.

Silvia: Me alegro mucho, de verdad que sí. ¿Quieres un café o algo? Te lo traigo y me cambio mientras…

Andrés: No hace falta, si estás muy bien así… que digo bien…

Silvia: Jajajaja, ya, no seas malo…

Andrés: Silvia, en este tiempo que estuve en Estados Unidos te eché mucho de menos. Estaba deseando volver a verte.

Silvia: Y yo a ti también. Siempre pensaba en ti al acostarme, no ha habido día que no te recordara.

Andrés: Ni yo a ti. (Sonríe)

Silvia: Sé que quedamos en que sólo seríamos amigos pero el caso es que…

Andrés: Que yo siento algo más por ti que una simple amistad, Silvia.

Silvia: ¿De verdad? (Sonríe)

Andrés: Sí, en serio. Desde que rompí con Miranda me di cuenta de que sólo hay una mujer especial en mi vida, la mujer con quién quiero pasar el resto de mis días. Y esa mujer eres tú.

Silvia: Andrés… (Avergonzada)

Andrés: No digas nada, sé que tal vez tu no sientes lo mismo pero…

Silvia: Tchisttt… (Le pone un dedo en los labios)

En ese momento la joven se acerca más a él y le acaricia el rostro con su mano derecha.

Andrés: Te quiero Silvia.

Silvia: Y yo a ti… (Se besan)

Escuchamos música, mientras la pareja se besa en el salón de la casa. Abrazados y dejándose llevar por su amor. Andrés y Silvia se comen la boca a besos cada vez más y más intensos…

María José – Cuando se ama

Porque cuando se ama de verdad
No importa la distancia, edad o la clase social
Lo único importante es besarse con sinceridad
Contigo es tan fácil la fidelidad
Cuando se ama de verdad, lo que digan los demás no importa nada
Recuerda que en el corazón, como en nuestra habitación
Solamente el amor manda…


DEPARTAMENTO DE JAIME

Jaime y su hijo Diego juegan en el salón a un video juego en la pantalla de la televisión.



Diego: ¡Te gané papá! ¡Eres un manta! Jajajaja

Jaime: Jajaja. Ya veo que estás muy puesto en estos juegos. Quiero la revancha.

Diego: ¿Apostamos algo?

Jaime: Mmmm… Ya sé, si gano tu friegas los platos de la cena.

Diego: Ni hablar… (Enojado)

Jaime: Jajaja. (Le abraza y le besa en la frente)

Diego: Te quiero papá

Jaime: Y yo a ti, hijo. (Sonríe feliz)



DEPARTAMENTO DE SILVIA

En el salón de la casa, Silvia y Andrés siguen besándose, Andrés abre el albornoz de la joven con sus manos lentamente. Ella le desabotona la camisa, mientras continúan inmersos en su pasión, en sus besos, en sus caricias. Andrés deja caer el albornoz de la chica al suelo. Silvia le abre la camisa y comienza a recorrer su pecho con su boca. La joven le desabrocha el cinturón. Andrés la empuja hacia el dormitorio sin dejar de besarla un segundo.



Silvia cae en la cama desnuda, y él sobre ella, ya sin el pantalón. La pareja se besa, se abraza, se deja llevar por el amor que sienten uno por el otro. Andrés recorre el cuerpo de su chica a besos, sus labios, su cuello…. El chico empieza a apoderarse de sus senos, con sus manos, con su boca, chupándolos más y más. Silvia no puede resistirse a él y le abraza, recorre su espalda con sus manos, su trasero. La joven y Andrés y se miran a los ojos, en la penumbra de esa habitación.

Silvia: Te amo Andrés…

Andrés: Y yo a ti, te quiero, te quiero… (Se besan)

Silvia: Quiero ser tuya, quiero que me hagas el amor por favor…

Andrés: Te deseo, me vuelves loco… (Besándola sin descanso, mamando sus pechos una y otra vez)

Justo en ese instante Andrés comienza a hacerle el amor, entrando en Silvia lentamente primero para después aumentar el ritmo paulatinamente… Los dos se aman en esa cama hasta perder la noción del tiempo. Silvia y Andrés se entregan en cuerpo y alma esa noche…

Escuchamos música

María José – Cuando se ama

Yo a ti te amo de verdad, lo que digan los demás no importa nada
Recuerda que el corazón, como en nuestra habitación
Solamente el amor manda… manda…

CONTINUARÁ
Quedan 3 capítulos para el final.




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