viernes, 18 de enero de 2013

Capítulo 6: Lo nuestro no puede ser

CUANDO SE AMA DE VERDAD

CAPÍTULO 6: LO NUESTRO NO PUEDE SER

DEPARTAMENTO DE SILVIA

En el salón de la casa, Andrés y Silvia se besan abrazados sin importarles nada, el tiempo se detiene mientras ellos siguen inmersos en un sentimiento inexplicable. En cuestión de segundos, Silvia se retira bruscamente, alejándose de él.



Silvia: ¡No! ¡No Andrés, no!

Andrés: ¿Qué te pasa Silvia? ¿Por qué me rechazas ahora? (Extrañado)

Silvia: Esto no está bien Andrés, no lo está… Tú… tú eres un hombre comprometido, te vas a casar… (Nerviosa)

Andrés: Me iba a casar, la boda fue cancelada, creo que ya te lo comenté. Voy a hablar con Miranda porque…

Silvia: Ni se te ocurra, ni hablar, no quiero más problemas con esa loca. A poco y es capaz de golpearme de nuevo. Mira Andrés, creo que es mejor que te vayas… por favor.

Andrés: ¿Pero por qué? ¿Por qué me dices eso? Yo sé que tú estabas deseando tanto ese beso como yo, no lo niegues. Con sólo verte a los ojos sé lo que sientes.

Silvia: Ah, ya claro ahora lees el pensamiento… (Burlándose)

Andrés: No, pero te sentí, sentí como te estremecías en mis brazos. Silvia, escúchame por favor…

Silvia: No tengo nada que escucharte, te he dicho que te marches, lo nuestro no puede ser.

Andrés: ¿Ves? Si hasta hablas de “lo nuestro” como si tuviéramos algo. Eres tú la que no quiere seguir adelante.

Silvia: Hablo de nuestra amistad, sólo somos buenos amigos, más nada.

Andrés: Si claro, por eso cuando te besé respondiste porque sólo me ves como un amigo. No seas mentirosa, te gustó tanto como a mí. Es más… (Acercándose)

Silvia: No me toques… (Se aleja) Andrés, no te me acerques… (Nerviosa)

Andrés: Sé que me deseas… (Mirándola a los ojos, su mirada penetrante logra que Silvia se ruborice ya que él está en lo cierto)

Silvia: Qué creído eres…

Andrés: ¡Bueno ya! Está bien si no quieres admitir la verdad, perfecto pero déjame que te diga algo. Nunca me había pasado nada igual con nadie hasta que te conocí a ti aquel día en el hospital.

Silvia: ¿De qué hablas? ¿Qué estás tratando de decirme?

Andrés: Que me gustas Silvia.

Silvia: ¿Qué?

Andrés: Me gustas desde el primer día en que te vi, la verdad me sentí confundido, sorprendido de que… Dios, yo quería a Miranda, la amaba.

Silvia: Y la amas todavía, vas a tener un hijo con ella. ¿Qué quieres que sea yo la otra verdad?

Andrés: ¿Pero quién diablos habla de ser la otra? Te estoy diciendo que la boda no va y es más, voy a hablar con Miranda para decirle que lo nuestro no tiene futuro. Hace poco tuvimos una fuerte discusión y…

Silvia: No Andrés, estás muy confundido tú lo has dicho. Eso que sientes no es amor por mi es…

Andrés: Pasión.

En ese momento ella se queda muda, avergonzada y totalmente ruborizada. Silvia le mira a los ojos y se pierde en su mirada, él, con gesto más serio no deja de mirarla.

Andrés: ¿Qué? ¿Es que no piensas decirme nada?

Silvia: Estás loco Andrés, loco…

Andrés: Sí… ¡Estoy loco! ¡Loco por ti! (Se abalanza a besarla tomándola de la cintura)

Silvia: ¡Basta! (Pegándole una bofetada) No te voy a permitir que me trates como si fuera una…

Andrés: No me digas eso por que no es cierto, tú me gustas de verdad, nunca había sentido nada igual ni siquiera cuando conocí a Miranda.

Silvia: Por favor no me la menciones, ¿Quieres?

Andrés: Está bien, lo siento pero por favor no me hagas esto. Estoy dispuesto a terminar mi relación sólo por ti. Te quiero.

Silvia: Definitivamente te has vuelto loco, estás confundiendo amistad con algo más y no es así. Yo sólo te veo como un buen amigo, ya te lo he dicho antes. No siento nada más por ti, nada.

Andrés: Mientes, estás mintiendo y lo peor es que crees que soy tan estúpido que no me doy cuenta.

Silvia: Piensa lo que quieras…

Andrés: Ok, lo que tu digas, me voy porque veo que es imposible hablar contigo.

Silvia: Será lo mejor… y por favor no me busques más.

Andrés: ¿Me estás echando de tu vida? (Alucinado)

Silvia: Te estoy diciendo que es mejor que no nos veamos por un tiempo, luego ya veremos, por ahora no quiero seguir con esto. Vive tu vida por tu lado y yo por el mío, es lo mejor para los dos.

Andrés: ¡Será lo mejor para ti! (Molesto)

Silvia: Ya no quiero pelear más Andrés, vete por lo que más quieras… Diego se va a enterar de todo y no quiero que se lo cuente a su padre. Es lo que me faltaba.

Andrés: Al diablo con eso, olvídate de lo que digan los demás. Eres tú la que te empeñas en no querer nada conmigo. ¡Tú!

Silvia: Andrés, voy a ser sincera contigo, vale. Mira…. Es verdad, sí, me gustas, me gustas desde el primer día en que te conocí pero cuando supe que tenías novia me dije que no podía ser, no soy nadie para meterme en una relación y mucho menos cuando tengo un hijo y debo pensar en él y darle una estabilidad. ¿Me entiendes? Yo no puedo ilusionarme ni ilusionar a Diego así como así.

Andrés: Tu hijo es adorable, es un niño maravilloso y estoy seguro que lo entendería mejor de lo que crees, es más, hasta seguro me aceptaría y no pondría tantas pegas como tú.

Silvia: Tal vez… pero Jaime es su padre.

Andrés: Yo no le iba a quitar el puesto a Jaime, jamás, él es su padre y lo será siempre. A pesar de que no le conozco aún y de lo que hizo llevándose a Diego a Londres, estoy seguro que tu ex quiere al niño. Deberías hablar con él y llegar a un acuerdo.

Silvia: Pero bueno ¿Tú de parte de quién estas? Lo que me faltaba por hoy.

Andrés: De parte del niño. Jaime y tú solo miráis por vosotros mismos pero no por Diego. ¿Alguna vez le han preguntado con quién quiere vivir? ¿Qué quiere? ¿Qué siente? No soy nadie para meterme en tu vida pero creo que Diego tiene derecho a ver a su padre y no entiendo por qué en estos años se lo has negado.

Silvia: ¡Porque mi ex se acostó con otra días antes de mi boda! ¡Por eso! Estaba embarazada y se burló de mi, jamás le voy a perdonar.

Andrés: Ok, hizo mal, cometió un error pero es su padre. Jaime es el padre de Diego y tienes que aceptarlo.

Silvia: Mira paso de pelear contigo, no es asunto tuyo. Mi hijo es mío y yo decido lo que es mejor para él.

Andrés: Vale, vale… tú misma… Ese niño está falto de cariño, ¿Por qué crees que me ha tratado así? Necesita una figura paterna, una figura masculina. Pero no lo entiendes.

Silvia: Yo no voy a dejar que Jaime le haga daño, le ilusione y luego le deje tirado como un juguete roto. Jaime es un inmaduro que no sabe lo que quiere. Nunca lo supo.

Andrés: Me rindo, no hay quién pueda contigo… en serio.

Silvia: Vete por favor Andrés, no me hagas enfadar, vete de mi casa…

Pero justo en ese preciso instante, Diego aparece en el salón alertado por las voces.



Diego: ¿Qué pasa mamá? ¿Por qué discutes con Andrés? (Preocupado)

Silvia: Por nada mi vida, Andrés ya se iba. ¿Verdad?

Diego: No Andrés, no te vayas… (Triste se abraza a él, Andrés le acaricia el cabello con ternura)

Andrés: Tú mamá quiere que me marche… (Triste)

Diego: No por fa, dijiste que ibas a jugar conmigo. Anda, quédate un ratito más.

Andrés: No puedo, lo siento… (Se agacha hasta ponerse al nivel del niño y le toma de los hombros, ambos se miran a los ojos)

Diego: Dijiste que serías mi amigo… (Se le saltan las lágrimas)

Andrés: Venga, no llores campeón… (Abrazándolo) Mira, hagamos una cosa (Se miran a los ojos) Escúchame, un día quedamos al parque y jugamos al fútbol ¿Quieres?

Silvia: Andrés…. (Molesta)

Diego: Mami, no seas mala, déjale. (Sonríe con lágrimas en los ojos, Andrés se las limpia con la mano y sonríe tierno)

Andrés: El domingo a las seis en el parque de las Llamas. ¿Te parece?

Diego: ¡Sí, genial! (Sonríe contento) Le diré a mi abuelito que me lleve, vale.

Andrés: Vale. (Sonríe)

Silvia: Andrés, por favor… Es tarde, mi hijo tiene que irse a dormir, mañana hay colegio.

Andrés: Está bien, ya me voy… Y sonríe Diego. Eso es.

Diego: Te quiero mucho Andrés. (Se abraza a él, Andrés se emociona y se le saltan las lágrimas)

En ese instante Silvia al verlos así rompe a llorar y se va corriéndo al cuarto de baño. Andrés y Diego se despiden y el chico se marcha del apartamento.


MANSIÓN GARMENDIA

En la cocina, Faustina prepara la cena, en ese momento la joven Miranda la interrumpe.



Miranda: Fausti, ¿Queda mucho para la cena?

Faustina: No señorita, no se preocupe, apenas en 10 minutos sirvo la mesa.

Miranda: De acuerdo, voy a hablar con mi madre a su despacho, no tardamos en bajar.

Faustina: Muy bien señorita Miranda. (Friendo unos filetes en una sartén)


DEPARTAMENTO DE SILVIA

En el cuarto de baño, la chica se mira al espejo mientras llora desconsolada, las lágrimas bañan su rostro…



Silvia: Eres una estúpida Silvia, una idiota… Andrés es todo lo que soñaste en un hombre y nunca vas a poder estar con él. Dios mío… ¿Por qué eres así Andrés? ¿Por qué? (Recordando las escenas con Diego)

En ese instante el niño toca a la puerta.



Diego: ¡Mamá! ¿Estás ahí? ¿Por qué lloras?

Silvia: No te preocupes mi vida, ahora voy… termina de hacer tu tarea mientras.

Diego: ¡Valeee!

Silvia: Creo que me estoy volviendo loca… No sé que hacer, ¿Qué hago Diosito, qué hago?


AL DÍA SIGUIENTE

EMPRESA SAN MARTÍN-GARMENDIA

En el estudio de arquitectura donde trabaja Andrés, el chico conversa con Carlos, su mejor amigo y a la vez compañero de trabajo. Ambos charlan en la oficina de Andrés.



Carlos: ¿Pero qué dices Andrés? ¿Te has vuelto loco?

Andrés: Así es hermano, voy a terminar mi relación con Miranda.

Carlos: Y todo por la chica esa, la tal Silvia ¿No? Espera que tu novia y tu suegra se enteren de lo que tienes pensado, te van a matar. ¿Pero no ves que Miranda está embarazada?

Andrés: Y seré padre pero no su pareja, eso lo voy a dejar muy claro. No aguanto más las histerias de Miranda, cada poco tiempo tenemos una bronca, ya estoy cansado.

Carlos: Normal, se pensaba que tenías algo con esa chica y va a resultar que tenía razón.

Andrés: Silvia y yo sólo somos amigos pero es cierto que me gusta, no sé cómo pasó pero ocurrió.

Carlos: Está bien, tu mismo… espero que sepas lo que estás haciendo.

Andrés: Bueno ya dejemos de hablar de mí, cuéntame de ti. ¿Cómo vas con esa chica, Merche se llamaba?

Carlos: Mal, no me atrevo a decirle lo que siento…

Andrés: Pues ya es hora, mira que como dice el dicho “quien no arriesga no gana”, además el no, ya lo tienes.


MANSIÓN SAN MARTÍN

En casa de Andrés, su madre doña Cecilia y su hija Yesenia conversan en el dormitorio de la joven mientras ésta coloca ropa en uno de los cajones de la mesilla de noche.



Cecilia: La semana que viene tengo cita con el doctor Méndez hija.

Yesenia: ¿Quiéres que vaya contigo, mamá?

Cecilia: No cariño, ya se ofreció tu hermano para acompañarme. Espero que me den buenas noticias y me puedan operar prontito. Es lo que más deseo.

Yesenia: Y yo mamá… (Sonríe)

Cecilia: ¿No sales hoy con Roberto?

Yesenia: Sí, luego a la noche hemos quedado para tomar algo e ir a bailar.

Cecilia: Está bien mi vida. Oye, dile a Andrés cuando llegue que tiene la comida en la nevera, nada más que la caliente al micro y listo. Tengo que salir.

Yesenia: ¿Vas a salir? ¿A dónde vas?

Cecilia: Voy a casa de Irene, tengo que hablar con ella acerca de Andrés y Miranda.

Yesenia: ¿Cómo así y eso? ¿Ocurre algo?

Cecilia: El otro día Andrés me dijo que las cosas con su novia no van bien y tengo miedo que rompan y más ahora que Miranda está en estado. Te dejo, voy a arreglarme. ¿Qué tal me veo con la peluca?

Yesenia: ¡Guapísima, estás que lo rompes, ya verás que hasta novio te va a salir! (Burlándose)

Cecilia: Jajaja. Qué exagerada eres. (Sonríe)


CASA DE DON EDUARDO

El padre de Silvia, don Eduardo Méndez llega al invernadero para trabajar en su hobbie diario pero al abrir la puerta se encuentra el cuerpo de su esposa, Vanessa, en el suelo, inerte y sin vida llena de cortes, ensangrentada y cubierta por pedazos de cristal. El techo del invernadero se le vino encima la tarde anterior. Eduardo se queda sin palabras y no sabe como reaccionar.



Eduardo: ¡Vanessa! ¡Vanessa mi amor! (Se agacha a abrazarla y comprobar si aún vive pero la joven lleva horas fría) Esto no puede ser… ¿Qué ha pasado aquí? ¡Vanessa!

El doctor toma su teléfono móvil de la chaqueta y marca el número de su hija Silvia, quién a esa hora está en el hospital donde trabaja como enfermera. La joven atiende la llamada desde uno de los pasillos del centro sanitario.



Silvia: Sí, dime papá…

Eduardo: ¡Hija, Silvia! ¡Ha ocurrido una desgracia!

Silvia: ¿Qué pasa papá? ¿Qué ocurre?

Eduardo: Vanessa está muerta hija, muerta.

Silvia: ¿Quéee?

Eduardo: Acabo de encontrarla en el invernadero de mi casa, el techo se desplomo encima de ella. ¡Está muerta!

Silvia: ¡Dios mío! (Nerviosa y asustada) Ahora mismo salgo para allá, llama a la policía, no te preocupes enseguida estoy contigo. (Cortando la llamada)


DEPARTAMENTO DE MERCHE

En la sala de estar, Merche, la mejor amiga de Silvia conversa con Carlos, el mejor amigo de Andrés. Carlos siempre ha estado enamorado de ella pero la joven no lo sabe.



Carlos: Vine porque quería hablar contigo, es importante.

Merche: ¿Qué pasa Carlos?

Carlos: Merche… yo…

Merche: Tengo mucho que hacer, lo siento… iba a salir y…

Carlos: Por favor déjame hablar, ya no puedo más… No puedo seguir ocultando esto que siento por ti.

Merche: ¿De que estás hablando?

Carlos: Estoy enamorado de ti, Merche.

Merche: ¿Qué? Ay no, Carlos, creo que… no me digas eso por favor…

Carlos: Hace tiempo que siento algo muy especial por ti y nunca me atreví pero un amigo me dijo que debía arriesgarme de una vez.

Merche: Carlos, me halaga que sientas eso por mi pero yo sólo te veo como amigo. Es más, yo estoy enamorada de otro hombre.

Carlos: ¿En serio? (Triste) ¿Le conozco?

Merche: No, creo que no… se llama Jaime, es el exnovio de una amiga mía pero ni siquiera ella ni él lo saben.


CASA DE DON EDUARDO

En el jardín, un par de policías conversan con don Eduardo, justo en el momento en que llega su hija Silvia, los agentes detienen a su padre como sospechoso de asesinato.



Silvia: ¡Papá! ¿Se puede saber que es esto? ¿Qué está pasando aquí?

Policía1: Su padre queda detenido por ser el principal sospechoso de la muerte de su esposa. Sabemos que Vanessa le engañaba con su ahijado, él mismo nos lo dijo.

Eduardo: Pero yo no la maté no tienen pruebas para sostener una acusación como esa. Yo soy inocente. ¡Inocente!

Silvia: No te preocupes papá, voy a llamar a un abogado y vas salir libre pronto, tranquilo…

Eduardo: Hija…

Policia2: Vamos, andando al coche patrulla.

Silvia: Dios Santo…. ¿Y ahora que vamos a hacer? Tengo que hablar con Andrés… ¡No! Con él no… dije que no volveríamos a vernos y lo tengo que cumplir…


MANSIÓN GARMENDIA

Sentadas en el sofá del salón, mientras toman sendas tazas de café, doña Irene y Cecilia conversan.



Irene: La verdad no esperaba tu visita hoy amiga… (Sonríe falsa pues no la traga)

Cecilia: Estoy muy preocupada, Andrés me ha dicho que las cosas con tu hija no van nada bien…

Irene: Bueno pero no te preocupes eso son simples peleítas de pareja, verás como todo se arregla, mujer.

Cecilia: Eso pienso yo pero mi hijo me ha dicho que…

Irene: ¿Qué te dijo Andrés? Me tienes en ascuas, Cecilia.

Cecilia: Andrés va a romper su noviazgo con Miranda.

Irene : ¿Quéee? (Se levanta del sofá) Eso ni hablar, ¡De ninguna manera! ¿Pero qué se ha creído ese sinvergüenza! (Enojada)

Cecilia: No insultes a mi hijo, te lo ruego, si él ha decidido así será por sus motivos. Además que Miranda tampoco es una santa… Hablemos claro.

Irene: Mi hija ha tenido que aguantarle muchas cosas a Andrés así que ahora no me vengas con historias. Además Miranda va a ser madre. Andrés es un poco hombre.

Cecilia: Es mejor que dejemos que ellos arreglen su relación si es que pueden, vine porque quería saber tu opinión al respecto.

Irene: Y mi opinión es que Andrés y Miranda se casan y punto, no será en la fecha prevista pero de que se casan, se casan. Eso te lo aseguro… (Pensando: Vieja traidora, qué te crees que no sé que tú y la zorra de Laura estaban conchabadas en mi contra, falsa, tú me ocultaste que esa cualquiera tenía una hija de mi marido pero me las vas a pagar. Así te mueras del cáncer, desgraciada)


COMISARÍA DE POLICÍA

En la comisaría del barrio, don Eduardo prosigue detenido. Su hija Silvia habla por teléfono con su amiga Merche quién está en casa de la joven cuidando del pequeño Diego mientras tanto.



Silvia: Ay amiga, lo han detenido, la policía cree que mi papá es el asesino de Vanessa.

Merche: No puede ser… mantenme informada y no te preocupes yo no le contaré nada a Diego. Estate tranquila Silvia.

Silvia: Chao Merche, nos vemos. (Colgando el móvil)

En ese instante el teléfono suena de nuevo, es Andrés desde su casa. Silvia responde pensando que es nuevamente su amiga Merche…



Andrés: Silvia, necesito que hablemos.

Silvia: ¡Andrés!

Andrés: Por favor no me cuelgues, por favor…

Silvia: ¿Qué quieres? Creo que ya fui clara contigo ayer.

Andrés: Voy a romper con mi novia y….

Silvia: No, no lo hagas, no por mi, yo solo siento amistad ya te lo he dicho. No me busques más. (Cortando la llamada) ¡Bastante tengo ya con lo que tengo para encima tú me estés molestando! ¡Déjame en paz!

Al mismo tiempo, Luis, el amante de Vanessa y ahijado de don Eduardo llega a la comisaría y se desquita con Silvia.



Luis: ¡Tú padre es un maldito asesino!

Silvia: ¡Eso no es cierto Luis!

Luis: El la mató para vengarse de mí, Eduardo es un desgraciado pero ójala se pudra en la cárcel.


MANSIÓN SAN MARTÍN

En su dormitorio, Andrés apaga su móvil y se queda pensativo.



Andrés: Está bien, no te molestaré más… Hasta siempre Silvia…

CONTINUARÁ




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