jueves, 3 de enero de 2013

Capítulo 2: La quimio

CUANDO SE AMA DE VERDAD

CAPÍTULO 2: LA QUIMIO

SANTANDER, ESPAÑA
HOSPITAL MARQUÉS DE VALDECILLA

En la cafetería del centro sanitario, Silvia y Andrés continúan charlando mientras terminan de comer sentados a la mesa.



Andrés: ¿En serio? ¿Tienes un hijo? Si eres muy joven.

Silvia: Sí, bueno, ni tan joven eh, no te creas. La verdad, mi vida parece una telenovela, si yo te contará…

Andrés: Pues cuéntame, bueno, si no te molesta hablar de ello, claro está.

Silvia: Ay Andres… es que… (Bajando la mirada)

Andrés: ¿Está bien tu hijo? ¿Le pasa algo a Diego? (Preocupado)

Silvia: El niño está bien, pero yo no… cómo te lo digo… Mi ex, Jaime, regresó de Barcelona hace poco y me dijo que quiere reclamar la custodia de Diego. Imagínate como me quedé.

Andrés: Bueno… al fin y al cabo es su papá, pero de ahí a querer quedarse con él… No lo veo muy justo, es más, deberían llegar a un acuerdo por el bien del niño. ¿Por qué no intentas hablar con tu ex?

Silvia: Si es un necio, tú no le conoces, como se le meta algo entre ceja y ceja, no para hasta que no lo consiga. Sólo quiere hacerme daño.

Andrés: Vaya… no sabía que las cosas estuvieran tan mal entre vosotros.

Silvia: Demasiado mal diría yo… ¿Sabes que me engañó con una streaper dos días antes de mi boda?

Andrés: ¿Qué? ¿Estás hablando en serio? Pues si nos resultó un tipo de fiar, sí…

Silvia: Y si no es porque le encuentro con ella en plena acción, ahora mismo estaría casada con Jaime y viviendo una mentira.

Andrés: ¿Pero y en todos estos años no ha buscado a su hijo? No sé… se habrá preocupado por él, digo yo.

Silvia: Dos veces lo ha hecho, esta fue la tercera. Pero las dos anteriores… la primera le colgué el teléfono y la segunda vino a conocer a Diego, fue el año pasado, se me presentó en casa con intención de volver conmigo pidiéndome perdón.

Andrés: Imagino no le perdonarás lo que te hizo. Yo tampoco sería capaz de perdonarle una infidelidad a Miranda. Aunque de todas maneras, ella es la que es muy celosa, yo no.

Silvia: Bueno Andrés, dicen que donde hay celos es que hay amor. Si no… mal asunto.

Andrés: Yo la amo pero… Si te soy sincero, no sé cómo le voy a decir que hay que cancelar nuestra boda, al menos por ahora.

Silvia: Pero si me dijiste antes que…

Andrés: Sólo se lo dije a mi mamá y a mi hermana, nada más. Mi novia no lo sabe aún.

Silvia: Ufff… madre mía, me imagino la cara que se la va a quedar. Con vestido, y fiesta y todo contratado…


MANSIÓN GARMENDIA

En el salón de la lujosa casa, doña Irene conversa con su sobrina Vanessa.



Vanessa: Estoy harta del viejo de Eduardo, si no fuera por el dinero te juro que hace tiempo que le hubiera mandado a volar. Pero mientras ando con Luis.

Irene: ¿Sigues viéndote con tu amante? De veras Vanessa, lo tuyo no tiene nombre, qué poca vergüenza tienes.

Vanessa: Ay ya no me regañes tía, al menos con Luis… pues tengo los momentos de pasión que Eduardo no me puede dar… (Burlándose)

Irene: Ya… claro… pero el dinerito del medicucho ese es muy rico. ¿Verdad?

En ese momento las interrumpe Miranda, la hija de doña de Irene.



Miranda: Buenas tardes, mamá, Vane. (Se besan en las mejillas)

Vanessa: Hola primita, qué pronto llegas. Aquí ando de visita un rato. Estoy más aburrida…

Irene: Hija, no dijiste que ibas a comer con Andrés. ¿Pues donde está tu novio que no vino contigo?

Miranda: Está en el hospital, fue a llevar a su madre a la quimio. Empezaba hoy.

Vanessa: ¿Quimio? No me digas que Cecilia tiene…

Irene: Si, Vanessa, cáncer de páncreas y la boba de tu prima Miranda no quiere acelerar la boda con Andrés.

Miranda: Ya te dije que voy a hablar hoy con él, en la noche le comentaré todo pero no creo que acepte adelantar un mes la boda. Ya están las invitaciones enviadas y…

Irene: Tengo una idea…

Miranda: ¿De qué hablas, mamá?

Irene: Le vas a decir a Andrés que estás embarazada.

Miranda: ¿Quéee? (Alucinada)

Al mismo tiempo la explosiva Vanessa las mira en silencio mientras sonríe por la idea de doña Irene.


HOSPITAL MARQUÉS DE VALDECILLA

En la cafetería del hospital, sentados aún a la mesa…



Andrés: Bueno tengo que irme, fue un gusto hablar contigo. Voy a buscar a mi mamá, ya debe estar por terminar.

Silvia: OK… bueno pues… nada, te deseo mucha suerte. (Triste)

Andrés: Igualmente, y no te preocupes por lo de tu hijo, tu lucha por tus derechos en el juicio y verás como todo sale bien. Confía en mí. La madre tiene todas las de ganar en estos casos.

Silvia: Ojala que tengas razón Andrés…

Andrés: Me marcho (Se levanta de la silla)

Silvia: Un placer conversar contigo… hasta otra…

Andrés: Chao, cuídate.

En ese momento la joven se queda pensativa viendo como Andrés se aleja, abandonando la cafetería hacia las puertas del hall del hospital. Silvia se siente triste, le ha gustado Andrés.

Silvia: Ay Silvia… para una vez que te gusta un chico y resulta que tiene novia. (Suspirando) Bueno pues nada… al menos podremos ser amigos y…. (Silencio) Pero… ¡Ay Dios! ¡Ni siquiera sé su teléfono! ¡No sé ni donde vive! (Preocupada)


Dentro del hospital, en el área de oncología. Andrés conversa con su madre doña Cecilia y con el doctor de ésta, Eduardo Méndez. El médico se despide de la paciente y de Andrés.



Eduardo: Bueno y ¿Qué tal la primera quimio Cecilia?

Cecilia: La verdad bien, pensé que iba a ser peor pero…

Andrés: Ahora nos vamos ya para la casa, imagino que necesitas descansar mamá.

Eduardo: Así es, hoy le vendría bien reposo y no hacer actividades que requieran de esfuerzo. La quimioterapia tiene como efectos secundarios el cansancio, sensación de mareos, náuseas… En dos o tres días se sentirá mejor. No se preocupe.

Cecilia: Sí, lo sé doctor, ya me lo comentó una vez.

Andrés: ¿Nos vamos ya mamá? Yesenia y Roberto estarán ya en casa esperándote.

Cecilia: Vale cariño, sí, vámonos… (Agarrándole del brazo)

Madre e hijo caminan por el pasillo del hospital hacia la salida. En la distancia el doctor Méndez les mira con la esperanza de que el tratamiento que le ha puesto dé resultados.


BAR “MIAMI”

En un bar del centro de la ciudad, Jaime y su amigo Luis charlan acerca de Silvia y el pequeño Diego. Ambos se toman un par de cervezas junto a la barra, rodeados de otros clientes del local.



Jaime: Así que si gano el juicio Diego se vendrá a vivir conmigo a Barcelona.

Luis: ¿Estás hablando en serio? No sé… me parece que te puedes meter en un lío con esta demanda. No lo veo tan claro.

Jaime: Esa estúpida no me ha dejado ver a mi hijo en estos años, así que algo tenía que hacer.

Luis: Si no lo has visto es porque no has querido, colega. Te largaste a trabajar a Barcelona y la dejaste sola con un bebé. ¿Cómo quieres que reaccione ahora si le dices que se lo vas a quitar?

Jaime: Me fui porque me echó de casa y todo por culpa de un calentón, maldita sea… Por una tontería lo arruiné todo.

Luis: Pues ya es tarde para lamentarse, ¿no crees?

Jaime: En este tiempo intenté visitar a Diego y siempre me ponía excusas, no la denuncié porque pensaba que lograría perdonarme y regresaría conmigo.

Luis: Esa no te va a perdonar en la vida. No es tan boba cómo tú te crees.

Jaime: Vamos a ver quién ríe el último en este asunto. Cuando yo lleve a mi hijo conmigo, Silvia va a llorar lágrimas de sangre. Me va a pagar todos estos años lejos de él. ¿Sabes qué? que se me ha ocurrido algo mucho mejor…


MANSIÓN SAN MARTÍN

Andrés y doña Cecilia llegan a la casa. En el salón les reciben Yesenia y su novio Roberto.



Cecilia: ¡Hola hija, ya estamos en casa! ¡Roberto, guapo, qué sorpresa!

Yesenia: ¡Mamá! (Abrazándola) ¿Cómo te fue? ¿Qué tal la quimio? ¿Cómo te sientes?

Roberto: Hola señora Cecilia. Me alegro de verla.

Cecilia: La quimio pues vaya hija… Dentro de tres semanas me toca ir otra vez a que me pongan el veneno como yo lo llamo.

Andrés: Creo que lo mejor sería que te acostaras un poco mamá. Seguro te va a venir bien.

Yesenia: Yo te acompaño al dormitorio mamá. Venga. (Tomándola de la mano)

Mientras madre e hija se van al cuarto, Andrés y su cuñado Roberto se quedan hablando en el salón de la casa.

Roberto: ¿Qué, cómo lo ves, cuñado? ¿Cómo lo llevan?

Andrés: Mal Roberto, la verdad es que bastante mal… Yesenia y yo estamos muy preocupados.

Roberto: Esto acaba de empezar Andrés, tienen que tener paciencia. ¿Se sabe para cuándo la operan?

Andrés: Todavía no, la quimio tiene que reducir el tumor para que puedan operar. Espero que funcione.

Roberto: Verás como sí.

En ese instante se escucha un grito que procede del dormitorio de doña Cecilia. Es Yesenia.

Yesenia: ¡Andrés! ¡Roberto! ¡Ayuda por favor! ¡Ayudaaaa!

Ambos chicos acuden al cuarto alarmados por los gritos de Yesenia. En el dormitorio se encuentran a doña Cecilia en el suelo.

Andrés: ¡Mamá! (Acercándose a su madre, intentando levantarla)

Roberto: ¿Qué pasó mi amor?

Yesenia: Se calló, estaba abriéndole la cama para acostarla y se mareó… Ay que susto me llevé.

Andrés: ¿Estás bien mamá? ¿Te has hecho daño?

Cecilia: (Mareada) No cariño… estoy… estoy… bien…

Roberto: ¿Esto es normal con la quimio?

Andrés: Bueno no sé… el doctor Méndez me dijo que…

Yesenia: Venga mamá, acuéstate sí.

Cecilia: Hija, mi vida…

Mientras Andrés y Yesenia ayudan a su madre a acostarse, Roberto les mira sin decir nada. A todos les preocupa el estado de salud de la buena Cecilia.


MANSIÓN GARMENDIA

En su dormitorio, Miranda lee una revista sentada en su cama, en ese momento suena su teléfono móvil. La joven lo agarra de la mesilla de noche y responde a la llamada.



Miranda: ¿Andrés? Hola mi amor… ¿Cómo estás, qué tal tu madre?

Andrés: Mal, Miranda… la quimio no le está sentado nada bien.

Miranda: Cuánto lo siento cariño…

Andrés: Quería hablar contigo sobre algo importante pero prefiero no hacerlo por teléfono.

Miranda: ¿De qué se trata Andrés?

Andrés: Es sobre nuestra boda. Creo que lo mejor es que la cancelemos por ahora.

Miranda: ¿Quéee? ¿Cancelar la boda? ¿Pero te has vuelto loco o que te pasa? Incluso yo te iba a decir que tal vez podríamos adelantarla un mes y… Ay por favor…

Andrés: No voy a discutirlo por teléfono, te he dicho que la boda no va y punto. Mi madre está mal de salud y no tengo ganas de celebraciones. Llevamos juntos 7 años y ahora te entra la prisa por casarte.

Miranda: A mí no me hables así porque no te lo consiento. Bájame el tonito, ¿Está bien?

Andrés: No te hablo de ninguna manera. Te estoy diciendo que no habrá boda al menos no este año.

Miranda: ¿Pero y qué tiene que ver lo de tu madre con la boda? Es más, le vendría bien distraerse y disfrutar ese día.

Andrés: He dicho que no y es que no. Es mi última palabra.

Miranda: Está bien pero antes déjame decirte una cosa. Tenía pensado hacerlo esta noche pero como creo que no vas a venir a mi casa…

Andrés: ¿Decirme el qué?

Miranda: Estoy embarazada.

En ese momento Andrés se queda mudo de la impresión ante la noticia, la falsa noticia.

Andrés: ¿En serio? (Sonríe)

Miranda: Sí, por eso quería adelantar la boda, mi amor… No quiero ir con una barriga al altar.

Andrés: Miranda pero eso es maravilloso, vamos a ser padres. (Sonríe feliz) No lo esperaba, la verdad que es la mejor noticia del día.

Miranda: Bueno mi vida… mira, hagamos algo. Hablemos mañana y decidimos que hacer con lo de la boda, ¿Sí? Disculpa que me pusiera así antes pero es que…

Andrés: No pasa nada, olvídalo. Un hijo… un hijo… ¡Voy ser papá! (Feliz) ¡Yesenia, voy a ser papá! (Llamando a su hermana) Tengo que dejarte Miranda, te quiero, un beso.

Miranda: Y yo ti Andrés. (Colgando el teléfono) ¿Ay y ahora que voy a hacer…? Esto me pasa por hacerme caso de mi madre… Necesito quedarme embarazada ya mismo.


MANSIÓN SAN MARTÍN

En la cocina de la casa, Andrés le cuenta a su hermana y su cuñado la feliz noticia.



Andrés: ¡Voy a ser papá! Miranda está embarazada. (Sonríe feliz)

Yesenia: ¿En serio hermanito? Ay que alegría, vamos a ser tíos Rober, jajaja. Qué ilusión.

Roberto: Me alegro mucho por ti Andrés, te lo mereces.

Yesenia: Tengo que contárselo a mamá. Voy a ver si está despierta.

Andrés: Déjala que descanse, mañana habrá tiempo para eso.

Yesenia: OK, bueno nos vamos. Roberto y yo tenemos que salir a hacer unas compras para nuestro apartamento. Muebles, ya sabes…

Andrés: Está bien, no te preocupes, yo me quedo cuidando de mamá. Podéis ir tranquilos.

Roberto: Hasta luego, cuñado.

La pareja de novios se marcha. Andrés se dirige a su cuarto para darse una ducha pero por el pasillo ve la puerta del baño abierta. Doña Cecilia está vomitando en el inodoro.



Andrés: Mamá… (Preocupado)

Cecilia: Hijo… (Pálida)

Andrés: ¿Te sientes mal? ¿Quieres ir a urgencias?

Cecilia: No… no te preocupes, esto es de la quimio… Ay hijo que malita me siento… (Se le saltan las lágrimas, mientras se levanta)

Andrés: No llores mamá… (Emocionado, con los ojos vidriosos)

Cecilia: Te quiero cariño, gracias por estar a mi lado en esto.

Andrés: Siempre lo voy a estar, siempre. Anda ven… (Limpiándole con una toalla la boca a su madre) Tengo que decirte algo, Miranda y yo vamos a ser padres.

Cecilia: ¿De verdad mi vida? Ay que alegría… (Sonríe)

Andrés: Sí, Miranda está embarazada.

Cecilia: Qué bueno… (Silencio) Voy a tener que comprarme una peluca, Andrés… (Mirándose al espejo, se toca el cabello)

Andrés: Imagino que sí… ¿Quieres que vayamos mañana a mirar? Puedo decirle a Yesenia… tal vez ella te ayude mejor que yo con eso.

Cecilia: Me voy a quedar calva… (Triste, con la mirada fija en el espejo)

Andrés: Bueno, pero luego te saldrá el pelo otra vez, no te preocupes por eso. Lo importante es que la quimio funcione.

Cecilia: (Volteando a verle a él) ¿Y si no lo hace?

En ese momento Andrés y su madre se miran en silencio, el chico no puede contener las lágrimas al ver los ojos de su madre. Y es que Cecilia tiene miedo, está aterrada a causa de su enfermedad. Ambos se abrazan en el cuarto de baño, mientras Andrés mira al cielo como pidiendo ayuda con lágrimas en los ojos.


SEMANAS DESPUÉS…

En la calle, Silvia llega al colegio “Santo Tomás de Aquino” para recoger a su hijo, el pequeño y vivaracho Álvaro. En la calle Silvia se cruza casualmente con Andrés.



Silvia: ¡Hola Andrés! ¡Qué sorpresa encontrarte por acá! ¿A dónde ibas?

Andrés: Voy al hospital, el doctor que atiende a mi madre me llamó esta tarde para hablar con él personalmente.

Silvia: ¿De veras? Ay… espero no sean malas noticias.

Andrés: Espero que no… mi madre no lo está pasando bien. Mareos, vómitos, apenas tiene ganas de comer… Ya empezó a caérsele el cabello… (Triste)

Silvia: Venga, anímate, verás como todo va bien. No te preocupes.

Andrés: ¿Y tu hijo que tal está? ¿Cómo va el pequeñajo de Diego?

Silvia: Bien, ahí anda de trasto como siempre para no variar. Voy al colegio a buscarlo, ya es la hora de salida.

Andrés: Qué bueno, pues me alegro mucho de verte, lo siento pero es que tengo prisa y…

Silvia: Nada, no pasa nada. Discúlpame a mi por molestar con tanta pregunta es que…

Andrés: ¿Sí? ¿Me ibas a decir algo?

Silvia: Toma… (Le da un papel con su número de teléfono) Si alguna vez… bueno, si alguna vez quieres hablar con una amiga, no sé, sobre lo de tu mamá o cualquier cosa, me llamas. ¿Vale? (Sonríe dulce)

Andrés: Está bien, gracias, lo haré, te lo prometo. Me alegro de verte, cuídate, hasta otra.

Silvia: Chao Andrés.


HOSPITAL MARQUÉS DE VALDECILLA

En la consulta de oncología del doctor Méndez…



Eduardo: Lo siento Andrés pero la quimio no está funcionando. Vamos a tener que ponerle un tratamiento más fuerte.

Andrés: ¿Qué está diciendo doctor? No puede ser… ¿Otro nuevo? ¿Por qué?

Eduardo: El tumor no reduce con el tratamiento actual. Vamos a intentarlo con otra quimioterapia pero los efectos secundarios son algo peores. Hay unas pastillas para paliarlos un poco pero…

Andrés: No me diga eso, doctor, por favor… Yo pensaba que tal vez… no sé, que la quimio iba a funcionar y…

Eduardo: El cáncer que padece doña Cecilia es bastante agresivo. En este tiempo hemos conseguido controlarlo pero no reducirlo. Así no podemos operar.

Andrés: ¿Entonces la nueva quimio tal vez si pueda lograr algo?

Eduardo: No lo sé, hay que esperar y ver como reacciona su madre al nuevo tratamiento.

Andrés: Está bien, hablaré con ella entonces para contarle lo que ocurre.

Eduardo: Quiero ser muy sincero contigo, perdona que te tutée.

Andrés: No pasa nada, dígame doctor. Le escucho.

Eduardo: El cáncer de páncreas es uno de los más difíciles en oncología. Con esto te quiero decir que a pesar de que hacemos todo lo posible, no es fácil esta enfermedad y tú lo sabes.

Andrés: ¿Qué me está tratando de decir? Por favor no me mienta… ¿Mi madre tiene posibilidades de curarse?

Eduardo: Sí, por supuesto que si, pero depende del tratamiento y cómo responda su cuerpo. Aun así vamos a intentar la nueva y ver qué ocurre. Si funciona podremos operar en tres meses.

Andrés: El otro día estuve navegando en internet y…

Eduardo: No mires nada en internet, eso te hará peor, te lo aseguro. Es mejor que…

Andrés: No, no hablo de eso. Encontré que existe una clínica en Estados Unidos, una clínica privada especializada en cáncer.

Eduardo: El Anderson Hospital, sí, lo conozco, en Houston.

Andrés: ¿Cree que fuera necesario en nuestro caso que…? Bueno no sé, confío en que la medicina ha avanzado mucho en todo el mundo y en España hay buenos hospitales pero…

Eduardo: La clínica Anderson es la mejor del mundo en este tema que nos atañe pero es muy cara y sólo unos pocos pueden permitirse un tratamiento allá. Mira, yo que tu esperaría a ver como evoluciona el caso de Cecilia y luego ya veremos que hacer. Por lo pronto aquí tenemos todo lo que hace falta.

Andrés: ¿Y la clínica de Navarra?

Eduardo: Sería una buena opción, más cercana y… más asequible. Pero no te mortifiques, aquí en Santander el hospital ha avanzado muchísimo sobre el cáncer y contamos con algunos de los mejores profesionales de toda España.

Andrés: Está bien, vamos a hacerlo cómo usted ha dicho. Intentemos el nuevo tratamiento y vemos que pasa.

Eduardo: Eso es, tranquilo muchacho, verás como Cecilia mejora, es una mujer fuerte y decidida.

Andrés: Lo sé.


COLEGIO “SANTO TOMÁS DE AQUINO”

En la puerta del colegio, Silvia habla con la profesora de su hijo, visiblemente preocupada y angustiada.



Silvia: ¿Cómo así que ya se fue Diego? ¿Con quién? (Alucinando)

Profesora: Su padre vino a recogerle hace unos minutos. Jaime estuvo acá, y yo pensé que…

Silvia: ¡Pues pensaste mal! ¡Jaime no se puede haber llevado a mi niño, nooo! (Rompe a llorar)

Profesora: Tranquila Silvia, no llores, seguro el niño está bien. Es su papá.

Silvia: Jaime me ha demandado judicialmente para quitarme a mi hijo, quiere la custodia para llevárselo a Barcelona.

Profesora: ¿Qué?

Silvia: ¿Cómo fuiste capaz de darle a Diego a ese patán? ¡Eres una estúpida! Te tengo dicho que sólo mi padre o yo estamos autorizados para eso.

Profesora: No me insultes, comprendo que estés enfadada pero yo no lo sabía. Yo conozco a Jaime de toda la vida, no pensé que… lo siento, de verdad. (Nerviosa)

Silvia: Voy a llamar a la policía… (Sacando el móvil de su bolso)


AEROPUERTO DE SANTANDER

En el área de salidas del aeropuerto, Jaime se lleva a su hijo Diego con él. El hombre, con maleta a una mano y el niño de la otra camina hacia las taquillas de facturación.



Diego: ¿Papá, vamos a volar en avión? (Sonríe tierno)

Jaime: Sí, mi amor. Vamos a subir a un avión muy grande, muy grande, muy grande. (Sonríe)

Diego: ¿Por qué no viene mamá con nosotros?

Jaime: No puede, tiene que trabajar, pero tu mamá me dijo que luego nos alcanzaría.

Diego: ¿En serio? Qué guay. ¿Y a donde vamos?

Jaime: A Londres.



COLEGIO “SANTO TOMÁS DE AQUINO”

En las puertas del centro escolar, Silvia, muy preocupada y nerviosa habla por teléfono con la policía.



Silvia: ¡Mi ex se ha llevado a mi hijo! ¡Se lo llevó sin decirme nada!

Policía: Necesitamos los datos de ese hombre para poder localizarlo. Descripción física, nombre, a poder ser alguna identificación… Es muy difícil que haya salido de la ciudad con el niño tan pronto.

Silvia: Jaime me amenazó con llevarse a mi hijo a Barcelona con él.

Policía: Daremos parte a nuestros compañeros en Barcelona y acá en Santander, no se preocupe señora. Por ahora lo mejor es que se venga a la comisaría a poner la denuncia formalmente.

Silvia: Ahora mismo salgo para allá… (Cortando la llamada, la joven sale a la carrera)


AEROPUERTO DE SANTANDER

En el área de salidas, Jaime y su hijo Diego esperan por el anuncio de su vuelo. Jaime mira las pantallas de información. El pequeño Diego observa el vaivén de gente que a esa hora transita por el aeropuerto. Diego nunca ha visto un lugar así y todo le llama la atención.

Megafonía: Pasajeros del vuelo RJ8477 con destino Londres-Heathrow, por favor abordar por puerta 7B. Passengers for flight number RJ8477 with destination London-Heathrow, boarding by gate 7B.

Jaime: Ese es nuestro avión, hijo. Vamos… (Le carga en brazos)

Ambos cruzan el umbral de la puerta de embarque y acceden al avión. Minutos después el vuelo despega del aeropuerto de Santander rumbo a la capital británica. Escuchamos música incidental.



CONTINUARÁ

3 comentarios:

  1. Lo mas tierno y emocionante es que andres y Cecilia tuvieorn una escena tan tierna, melodramatica, que me conmovió...seria geneial que Angelica Maria se atreviera hacer algo...no se si lo sabias, pero ella padeció cáncer en la vida real, pero por fortuna fue detectada a tiempo.

    Mira que la Mirandita esta que se jala los cabellos de la ....cabeza, ya hasta embarazada está. Y el otro quien creido, y es que en la vida real aunque estúpido, siempre sucede.

    Pero que mal actor es Zepeda, ni en blognovela actua bien, el niño tiene mas carisma que él junto...lo que me sigue siendo en gracia es la muletillas españolas....

    atte hn

    ResponderEliminar
  2. La novela de desarrolla en una ciudad española, por eso hablan como españoles, en "Berenice" los personajes si hablaban como mexicanos (al menos eso intenté en su día)

    ResponderEliminar
  3. Debe ser...jejeje pero me resulta gracioso, porque uno conoce a esos actores. Ojala y no lo tomes a mal, por me resultó muy bonita trama y se que pudiste tomar la idea de una experiencia.

    me extraña que no sepas como hago mis criticas, en ningun momento quise hacerte enojar. Ya te dije que no es el punto, solo que me imagino todo eso, y resulta extraño. claro que debe ser dificil, quien no, pero raro, siempre es raro...a mi me ha gustado tu novela, es tierna rosa, tiene elementos de melodrama

    atte hn

    ResponderEliminar