martes, 1 de enero de 2013

Capítulo 1: Magia Negra

CUANDO SE AMA DE VERDAD

CAPÍTULO 1: MAGIA NEGRA

MANSIÓN GARMENDIA, SANTANDER, ESPAÑA

En el piso de arriba, junto a la puerta del despacho de la villana, doña Irene discute con Faustina, su empleada de servicio.



Irene: Eres una metiche Faustina, ¿Desde cuando escuchas detrás de las puertas, maldita chismosa? (Enojada)

Faustina: Es usted peor de lo que yo me imaginaba, jamás en mi vida he conocido una persona tan baja y tan miserable… ¡Haciendo magia negra a la pobre señora Cecilia! ¡No puedo creerlo!

Irene: Esa malnacida me las va a pagar todas juntas… y no voy a parar hasta acabar con ella. Ni tú ni nadie lo va impedir. ¿Me entendiste?

Faustina: No, señora Irene, esto no se va a quedar así. Ahora mismo voy a hablar con el novio de la señorita Miranda y se va enterar de todas las marramuncias que le está haciendo a esa pobre familia.

Irene: Tú no vas a abrir la boca Faustina, porque te juro que… (Furiosa)

Faustina: ¿Qué qué? ¿QUÉEE? (Desafiante) No la tengo ningún miedo, llevo años soportando sus humillaciones y sus malos tratos pero se acabó. Esta es la gota que colma el vaso.

Irene: Más vale que cierres el pico vieja cacatúa. Ni te atrevas a hablar con él, porque de lo contrario no respondo… Estás advertida.

Faustina: ¿Me está amenazando?

Irene: Tómalo como te dé la gana. (Con mucha soberbia) Sólo eres una muerta de hambre, una analfabeta sin educación. ¿Qué crees, que Andrés te va a creer esos cuentos y supercherías de tu pueblo colombiano? (Burlándose)

Faustina: Usted hace magia negra, brujería, vudú… y eso no son cuentos, es la pura realidad. Lo vi en mi tierra. Acabo de presenciarlo ahora con mis propios ojos.

Irene: Estás completamente loca…

Faustina: Aquí la única loca que hay es usted. Y por supuesto que se lo voy a contar, el joven Andrés tiene que saber la clase de víbora que es su suegra. !Ahorita mismo se lo voy a decir! (Voltea para irse pero Irene la toma del brazo)

Irene: Tú no vas a ir para ninguna parte, estúpida... !Antes te mato! ¿Me oyes? !TE MATO! (Desafiante, apretándole el brazo con fuerza)

Faustina: !Suélteme! (Se suelta para irse) ¡Bruja!

Irene: !CÁLLATE! (Furiosa. Pegándola una fortísima cachetada) Voy a acabar contigo… (Agarrándola del cuello, ambas forcejean)

En ese momento doña Irene empuja a Faustina por las escaleras. La criada cae rodando brutalmente en una caída espectacular. Escuchamos música incidental. Faustina se va dando varios golpes y finalmente se esnuca de forma violenta contra uno de los peldaños. La pobre mujer muere en el acto.




2 AÑOS ANTES…

HOSPITAL MARQUÉS DE VALDECILLA, SANTANDER, ESPAÑA

En una consulta del área de urgencias, Andrés y su madre Cecilia escuchan el diagnóstico médico.



Eduardo: Cecilia, me temo que no tengo buenas noticias.

Cecilia: Ay por favor, doctor, no me asuste, ¿Qué es lo que tengo?

Eduardo: Los resultados de las pruebas realizadas indican que tiene una pequeña masa en el páncreas. Es un tumor… y no se ve bueno.

Cecilia: ¿Qué? (Nerviosa y asustada)

Andrés: ¿Qué está diciendo doctor? No… no eso no puede ser… tranquila mamá, tranquila, por favor… tiene que haber un error… (Preocupado)

Cecilia: Ay Dios mío…

Madre e hijo se miran a los ojos sin decir nada mientras se toman de la mano fuertemente ante la atenta mirada del doctor Méndez.

Eduardo: Voy a ser muy sincero con ustedes, todavía hay que realizar otros estudios pero la verdad es que el tumor… es malo… es… cáncer.

En ese momento Cecilia y Andrés, tomados de las manos se quedan en silencio, sin apenas poder articular palabra. La noticia les ha dejado impactados y muy preocupados. Es aquí donde comienza un largo camino…


AUTO DE MIRANDA

La novia de Andrés habla por su manos libres por teléfono con el chico, quién está en los pasillos del hospital. Miranda conduce el vehículo por el centro de Santander, el paseo de Pereda es la avenida que une el centro de la capital con las playas.



Miranda: ¿Qué dices mi amor? ¿Cómo así? No puede ser… ay pobre mujer.

Andrés: Le van a poner un tratamiento y luego la operarán, pero para eso faltan aún unos meses. Hay que ver como reacciona el tumor a la quimio.

Miranda: ¿Hablaste ya con Yesenia? ¿Qué te dijo tu hermana?

Andrés: Yesenia está de viaje con su novio Roberto. Hasta mañana no regresan de Málaga.

Miranda: Bueno, la llamaré luego para hablar con ella un poco y ver que tal está, imagino la noticia la habrá cogido por sorpresa.

Andrés: Se puso a llorar, le ha afectado mucho. Está muy preocupada pero bueno… ya tengo ganas de que llegue mañana para hablar del tema.

Miranda: Cariño, no estés mal, verás como tu mamá va a vencerlo, Cecilia es una mujer muy fuerte y sobre todo muy luchadora.

Andrés: Lo sé. Gracias por estar conmigo en estos momentos. Te amo.

Miranda: Y yo a ti “mi niño”, te quiero mucho. Chao, mi amor.


DEPARTAMENTO DE SILVIA

El timbre de la vivienda suena. Silvia, una de las enfermeras del hospital, se dispone a abrir la puerta de su casa sin esperarse la sorpresa que Jaime, su ex, le va a dar tras unos años separados.



Jaime: Hola, mi amor. (Sonríe) ¿Cómo estás? Pasaba por aquí y me dije…

Silvia: ¿Se puede saber que haces tú acá, Jaime? Te dije que no quería volver a verte nunca más. (Molesta)

Jaime: No te enfades Silvia, sólo quería saber como estabas y de paso decirte que regreso a Santander. Vine para quedarme.

Silvia: ¿Qué? (Alucinada)

Jaime: ¿Dónde está el niño?

Silvia: Espera, espera… ¡Repite eso! (Anonadada)

Jaime: Vine por Diego. Voy a reclamar su custodia.

Silvia: ¡Ni te atrevas! Mi hijo es mío. ¡Mío! Y ni tú ni nadie me lo va a quitar, que te quede claro.

Jaime: También mío, no se te olvide.

Silvia: No Jaime, cuando te fuiste a Barcelona perdiste todos los derechos como padre. Ahora te presentas acá buscando lo que no se te ha perdido…

Jaime: ¿Dónde está Diego? ¡Hijo, soy papá! ¡Mira lo que te he traído! (Con una bolsa de una tienda de juguetes)

Silvia: El niño está con mi papá de paseo. No regresarán hasta más tarde, así que si no te importa… (Cerrando la puerta)

Jaime: No vas a separarme de mi hijo… Si no es por las buenas será por las malas, tú decides. No tienes ni idea de la que te espera. Mi abogado pronto va a interponer la demanda y vamos a ir a juicio, lo quieras tú o no. ¿Está claro? (Desafiante)

Silvia: Esto es increíble… ¡Te acostaste con aquella streaper días antes de nuestra boda! ¡Y ahora vienes como si no hubiera pasado nada a decirme esto! Eres un cínico, un descarado… ¡Lárgate porque no te quiero volver a ver! (Furiosa, le cierra la puerta en la cara)

Jaime: Eres una estúpida pero te juro que me las vas a pagar. ¡Diego se va a venir a vivir conmigo a Barcelona! ¡Ya vas a ver!


MANSIÓN GARMENDIA

En el salón de la elegante y lujosa mansión de doña Irene Garmendia, la villana conversa con su hija Miranda.



Miranda: Acabo de hablar por teléfono con Andrés, Cecilia tiene un tumor maligno en el páncreas. Es cáncer.

Irene: Tienes que convencerlo de que apure el matrimonio, si su madre se muere todos nuestros planes se irán al carajo. Cecilia tiene el 60% de las acciones de la empresa y si al estúpido de tu novio le da por vender su parte del Estudio de arquitectura, nos vamos a quedar en la calle.

Miranda: Andrés está pasándolo muy mal, mamá, no puedo pedirle eso precisamente ahora. Dame tiempo. Además, todavía tienen que ponerle un tratamiento… Yo confío en Dios que luchando logrará superar la enfermedad. Hoy día mucha gente se cura, mamá.

Irene: Y otra tanta se muere… Hija, de verás no pensé que fueras tan ingenua. ¿Más tiempo? Por favor Miranda, por favor… Llevan años de novios. ¡Te he dicho que tienes que apurar esa boda! ¡Así que tú veras lo que haces!

Miranda: Está bien, hablaré con Andrés, pero no te prometo nada.

Irene: No quiero promesas, quiero hechos, Miranda. ¡Hechos!



SEMANAS DESPUÉS…

DEPARTAMENTO DE SILVIA

Nuestra protagonista termina de vestir a su hijo Diego, el niño sonríe tierno. Apenas tiene 4 años, tiene el cabello negro, los ojos castaños, es muy parecido a Jaime, su padre.



Silvia: Mira que guapo está hoy mi niño con el nuevo pantaloncito que le compré. (Sonríe) Hala, vamos que ya es hora de ir al colegio.

Diego: ¿Mamá, cuándo va a venir papá a verme?

Silvia: No lo sé mi vida, tu papá ahora va a trabajar en el hospital como mamá y no sé cuando tendrá tiempo para… Ay mi amor, es que creo que es mejor que no le veas porque…

Diego: Quiero ver a mi papá… (Se le saltan las lágrimas)

Silvia: No llores cariño… (Triste, le abraza)

La joven abre la puerta de la casa para salir. En ese momento les interrumpe don Eduardo, el padre de Silvia y abuelo del pequeño Diego.



Eduardo: ¡Buenos días! ¿Cómo está mi campeón? (Cogiéndole en brazos)

Diego: Abuelito… (Sonríe tierno)

Silvia: Qué pronto, no te esperaba a estas horas en casa, papá. (Se besan en las mejillas)

Eduardo: Voy para el hospital y me dije, de paso te hago la visita para ver al peque. Hija, ¿Ya se van para la escuela?

Silvia: Sí, precisamente estábamos ya por salir. Por cierto… ¿Y Vanessa?

Eduardo: Está en la casa, dijo que le dolía la cabeza, así que no irá hoy a trabajar.

Silvia: Papá, Jaime vino a verme. Ha vuelto de Barcelona.

Eduardo: ¿En serio, cuando?

Silvia: Hace unas semanas, no te dije nada porque estabas en aquel congreso de Canarias, pero ayer me llamó para decirme… me dijo de nuevo que quiere la custodia de Diego.

Eduardo: ¿Quéee? ¡Por encima de mi cadáver!



CASA DE DON EDUARDO Y VANESSA.

En el dormitorio conyugal, la explosiva Vanessa, la segunda esposa de don Eduardo, se encuentra en la cama con su amante, Luis. Ambos semidesnudos, tras haber hecho el amor.



Vanessa: Ay que rico me lo haces siempre mi vida… me vuelves loca.

Luis: A poco y el viejo ese no te satisface como tú te mereces, mi reina hermosa. (Besándola)

Vanessa: Calla, ni me lo recuerdes. Menos mal que hace tiempo no me toca, porque no veas el asco que me da.

Luis: ¿Y entonces por qué sigues con él, Vanessa?

Vanessa: Ay Luis, de verdad, pareces tonto… ¿Por qué diablos va a ser? Por el dinero, hijo, por el dinero… Eduardo gana una fortuna como oncólogo en el hospital mientras que tú… mejor me callo.


HOSPITAL MARQUÉS DE VALDECILLA

En la cafetería del hospital, Andrés almuerza sentado a una de las mesas, sólo, inmerso en sus pensamientos. En ese instante Silvia se acerca con una bandeja para comer con él.



Silvia: Disculpa que te moleste... ¿Me permites sentarme contigo? Es que están todas las mesas ocupadas y… (Avergonzada)

Andrés: Claro, no te preocupes… siéntate, no hay problema. (Sonríe)

La joven responde sonriendo igualmente pero avergonzada y sonrojada al conocer a Andrés. Sin querer, con los nervios, Silvia deja caer un vaso de zumo de la bandeja sobre el chico.

Silvia: ¡Ay perdón! ¡Perdón! (Apenada)

Él sonríe sin decir nada y se levanta de su silla. Justo en ese momento ambos se pierden en un cruce de miradas y sonrisas, escuchamos música.

María José – Cuando se ama

Tal vez no parezcamos tal para cual
Tú vuelas tan alto, yo empiezo a volar
Pero somos humanos y se vale soñar, yo soñé que tú eras mi pareja ideal
Y en contra de lo que el mundo entero pueda pensar,
Hoy tú y yo somos uno y así vamos a estar
Porque cuando se ama de verdad, no importa la distancia, edad o la clase social
Lo único importante es besarse con sinceridad…


La joven trata de limpiarle la camisa con una servilleta.

Silvia: Perdona, que tonta, por Dios… lo siento, lo siento… (Avergonzada)

Andrés: No te lleves mal rato, no pasa nada, en serio.

Silvia: Ya pero… (Apenada)

Andrés: ¿Te sientes bien? Te noto un poco pálida. ¿Quieres un poco de agua? (Preocupado)

Silvia: No, gracias… es que… (Triste)

Andrés: Disculpa que me meta en donde no me llaman… ¿Te ocurre algo? ¿Estás bien?

Silvia: Nada, no me pasa nada… olvídalo.

Andrés: Todos tenemos problemas… tal vez te hiciera bien hablarlos con alguien…

Silvia: Silvia, me llamo Silvia. Trabajo acá en el hospital, soy enfermera. Sí, si tengo un gran problema la verdad… No sé como voy a hacer, es una larga historia.

Andrés: Bueno todo tiene solución, o casi… yo soy Andrés, Andrés San Martín. (Sonríe)

Silvia: Imagino tienes algún familiar ingresado aquí o algo así…

Andrés: Mi madre está ahora en su primera sesión de quimioterapia, cáncer, ya sabes… (Triste)

Silvia: Bueno, hombre pero cambia esa cara, hoy día la ciencia y la medicina han avanzado mucho, Andrés. Verás como con el tratamiento y fe se cura, ya lo verás. Mi tía tuvo cáncer de mama hace cinco años y si la ves ahora… Está con unas ganas de vivir que ni yo las tengo. (Sonríe dulce)

Andrés: Ya pero… no sé… Mi hermana me dice lo mismo que tú pero yo… la verdad estoy muy preocupado. Todo esto nos ha tomado por sorpresa, ha sido muy duro. Es muy duro.

Silvia: ¿Cuánto hace que le detectaron la enfermedad?

Andrés: Dos semanas… hoy es su primera quimio. Yo quise quedarme con ella pero no me dejó. Prefiere estar sola.

Silvia: Bueno, no te preocupes, así tú también te distraes mientras. Eso sí, la comida aquí es malísima, peor que la que le dan a los pacientes, no te digo más. (Sonríe dulce)

Andrés: Jajajaja. (Sonríe) No será tanto, mujer. Qué exagerada.

Silvia: Prueba, prueba la pasta, tú veras… (Burlándose mientras él se lleva un bocado a la boca)

Andrés: ¡Tienes razón! (Con mala cara)

Silvia: ¿Qué te dije? Si es que yo llevo trabajando aquí tres años y cada vez que me toca comer en el trabajo… me pongo a dieta. Se me va quedar un “tipín” que vamos…

Andrés: Jajajaja.

Silvia: Así me gusta, que sonrías. (Sonríe) Ánimo Andrés, verás como todo sale bien.

Andrés: Eso espero…

Ambos se miran a los ojos, Andrés tiene novia y no repara en las intensas miradas de Silvia. Apenas le presta atención, pero Silvia le observa detalladamente los ojos, la boca, sus manos… Andrés no se da cuenta. La joven reanuda la conversación.

Silvia: Siento haberme sentado contigo, dirás que soy una descarada… (Avergonzada) Es que a esta hora…

Andrés: No te preocupes, no pasa nada. Es más, me agrada tu compañía.

Silvia: Dijiste que tienes una hermana ¿verdad?

Andrés: Sí, Yesenia, trabaja en una guardería en el centro. A esta hora le toca currar. (trabajar)

Silvia: Comprendo, así que hoy tú acompañas a tu mamá, eso está bien. Se ve que la quieres mucho.

Andrés: Sí, ella es toda mi vida. Desde que mi papá murió, mi madre es el pilar central de la familia.

Silvia: Mi mamá también falleció hace diez años, accidente de tráfico.

Andrés: Lo siento mucho.

Silvia: Y bueno, mi papá se volvió a casar, por cierto, con una tipa 20 años más joven, imagínate.

Andrés: Tipo listo tu padre, una mucho más joven... (Burlándose)

Silvia: No te rías, que no tiene gracia. Encima ella y yo no nos llevamos muy bien que digamos.

Andrés: Lo siento, era una broma no te enfades.

Silvia: Y bueno, por lo demás…

Andrés: Yo me iba a casar en dos meses pero con la enfermedad de mi madre tuve que cancelar la boda. No estamos para celebraciones.

Silvia: Entiendo… (Triste) ¿Entonces, tienes novia? (Desilusionada)

Andrés: Sí, se llama Miranda. Llevamos juntos 7 años, empezamos muy jovencitos.

Silvia: Imagino… bueno yo también tengo un amor en mi vida. ¿Sabes?

Andrés: ¿Ah sí? (Sonríe)

Silvia: Diego lo es todo para mí, es mi luz, mi sol, mi vida entera, si te soy sincera, no sé que haría sin él.

Andrés: Se ve que le quieres mucho, por cómo hablas de él, quiero decir.

Silvia: Le amo más que a mi vida, tiene 4 añitos.

Andrés: ¿Cómo que cuatro? (Sorprendido)

Silvia: Diego es mi hijo. (Sonríe burlándose)

En ese momento Andrés se queda sorprendido, Silvia sonríe, escuchamos música.

María José – Cuando se ama de verdad

Porque cuando se ama de verdad, no importa la distancia, edad o la clase social
Lo único importante es besarse con sinceridad
Contigo es tan fácil la fidelidad
Cuando se ama de verdad, lo que digan los demás no importa nada
Recuerda que en el corazón, como en nuestra habitación
Solamente el amor manda…


CONTINUARÁ


3 comentarios:

  1. la novela es rosa rosa rosa...claro contemporaneo y muy , muy español. No pude evitar imaginarme a los personajes hablando asi, y con las muletillas. Quizas eso tenga en contra, pero me parecio buena.

    Ninel, que decir...quizas siempre será una mujer asi, descarada soberbia...y que bueno que le pone la cara a Casados este hombre me cae mal, espero y le vaya de la patada...

    atte hn

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  2. Hola, no entiendo porque tiene que tener en contra el que hablen como españoles si la novela se desarrolla en España... por eso hablan así, tampoco hay tanta diferencia con el español de México o si? No entiendo...

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  3. Hola Pedro...la diferencia es en el acento. La mayoria son actores mexicanos, cuando uno empieza a imaginar resulta gracioso...es verdad, pero asi es la costumbre. Quizas si me ponen a una actriz o actor español hablando con acento argentino o colombiano, pues si, tambien me caeria en gracia. Pero todo es en la imaginacion...quizas avanzada la trama, termine por acostumbrarme

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